Salvador Villanueva Expulsado del paraíso
Postulamos la franqueza del vacío.
Señalamos las limitaciones de Pi.
Reconocemos las múltiples posibilidades de una pequeña abertura
y la notoriedad del astrolabio.
Sabemos que esférico es una gran palabra
que incomprensiblemente siempre asocio con ludibrio.
Loquero es un celador de locos.
Los poetas oficiamos un diente lo mismo que una culpa.
Un hombre se va quedando solo en sus cavernas.
El dolor nos pulsa el corazón.
Nuestras dudas no son perlas.
Y la primera emisión seminal
nada tuvo que ver con el descubrimiento de América.
Un Ojo Permanente Es La Poesía
Todos los días recorro distancias increíbles.
Pienso en la justicia de mis propias convicciones:
Si es verdad que mayo es una botija de agua ardiente.
Reviso en original mi conciencia.
Evoco pétalos que nunca fueron,
También momentos en que sido bárbaramente feliz
Como una copa de flores matutinas.
Todos los días revuelvo un panorama de estrellas indecisas.
Me exijo yo mismo el rigor de las abejas.
Construyo sombras, gredas, manos
y deltas de ríos colosales.
Todos los días del hombre es mi palabra.
Expulado del paraíso. 1981